En el “Encuentro de académicos, estudiantes y profesionales de la información en la Universidad de León” celebrado los días 17 y 18 de octubre de 2008, José Antonio Merlo Vega presentó un decálogo de sugerencias sobre las cualidades que debe poseer un buen profesional de la información. Un decálogo que se recogió en la revista El profesional de la información, v.18, n. 1, enero-febrero 2009, y que he creido interesante reproducir.
Para Merlo los profesionales de la información deben:
1. Estar formados. La formación continua, el aprendizaje a lo largo de la vida, es una característica de la sociedad actual. El profesional de la información nunca termina su formación, debe actualizar su educación especializada constantemente.
2. Estar informados. Es esencial leer revistas, boletines o blogs profesionales, así como participar en foros y estar suscritos a listas de distribución específicas.
3. Estar presentes. Trabajamos para organizaciones, por lo que debemos ser parte de las mismas, integrándonos en sus órganos de decisión, comisiones o cualquier otro grupo en el que se puedan tomar decisiones o asesorar sobre políticas de información. Debemos llevar nuestra opinión allí donde se decida sobre nuestro trabajo.
4. Ser competentes. Hacer el trabajo de forma correcta nos garantiza el respeto a nuestra actividad y el reconocimiento a los profesionales de la información.
5. Ser activos. Las necesidades de información son constantes, pero la sociedad es cambiante, la tecnología evoluciona y las posibilidades de atención mejoran. El profesional de la información debe ser proactivo, adecuando los servicios a sus usuarios e inventando, creando o redefiniendo sistemas de información para nuestros ciudadanos y organizaciones.
6. Ser cooperantes. Nuestros usuarios tienen necesidades muy similares, por lo que estar en constante contacto con centros parecidos, intercambiar prácticas e integrarse en redes redundará en la calidad de nuestra actividad.
7. Saber adaptarse. El cambio en nuestra profesión es constante y necesario. Debido sobre todo a las innovaciones tecnológicas, el profesional de la información debe aprender a reconvertir su trabajo, ya que las organizaciones se reestructuran y los medios evolucionan.
Es habitual que haya que replantearse el sentido de nuestra actividad, por lo que hay que estar preparados para el cambio.
8. Saber aliarse. Los profesionales de la información trabajan para colectivos muy diversos a los que se debe apoyar y de los que se puede aprender. Será útil y enriquecedor disponer de sistemas de colaboración con personas u organizaciones de ámbitos diferentes a la documentación.
9. Saber difundirse. El reconocimiento no es posible sin un conocimiento previo. Estar presentes en los canales de información de nuestra entidad, así como en los medios informativos –profesionales o no- serán vías para dar a conocer nuestra actividad. Publicar una nota de prensa, aparecer en los medios locales, presentar una comunicación en un congreso o informar
desde la web contribuirán a que se conozca nuestra labor.
10. Sentirse importantes. Una entidad está perdida sin un correcto sistema de gestión del conocimiento. Una sociedad está vacía sin un adecuado sistema de información pública. Los profesionales de la información deberían sentirse orgullosos de ejercer una profesión necesaria para el funcionamiento de las organizaciones, para la promoción de la cultura y para el desarrollo social y personal de los ciudadanos.
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