1.- Ventilar a diario: la renovación del aire es fundamental en espacios cerrados. Mantener las ventanas y puertas abiertas al inicio y final de la jornada para asegurar una correcta renovación del aire.
2.- Aumentar la limpieza: las microgotas del virus pueden depositarse en las superficies y permanecer de horas a días. Por eso es importante limpiar más frecuentemente (a diario) mobiliario, pomos, objetos… con los productos de limpieza habituales.
3.- Asegurar la existencia de jabón y papeleras en los aseos.
4.- Sustituir las toallas por papel para el secado de manos.
5.- Evitar las reuniones y viajes: fomentar el uso del teléfono y las videoconferencias.
Por parte del trabajador:
6. Lavarse las manos con frecuencia (ésta es la principal medida de higiene)
7. Taparse la boca y nariz al estornudar o toser y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca. Utilizar pañuelos desechables; si no se disponen de ellos, proteger boca y nariz con el interior del codo.
8. Evitar los lugares donde haya mucha gente ya que es más fácil contagiarse.
9. Hábitos saludables: dormir bien, tener una alimentación saludable, beber agua, llevar una vida físicamente activa y evitar las bebidas alcohólicas y el tabaco, que disminuyen las defensas.
10. Si se nota algún síntoma, llamar al 112 para informarse o ponerse en contacto con el médico de cabecera.
Las empresas se ponen en guardia. – En: Gestión práctica de riesgos laborales. –N. 64 (oct. 2009), pp. 12-22
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