Jesús Tramullas nos informaba ayer desde su blog de la publicación en e-LIS de la ponencia que presentó a comienzos del pasado año en el VIII Congreso de ANABAD, titulada “Tendencias en documentación digital”.
De su texto me ha resultado especialmente interesante su visión sobre el próximo futuro que para los documentalistas y los centros de documentación nos depara los cambios producidos tanto en los documentos digitales como en los usuarios de la información digital.
Siguiendo su línea argumental, en un entorno digital cambia el objeto de atención de los centros de documentación: de los documentos a la información. Y es que la tecnología actual hace posible la generación y publicación dinámica de entidades informativas digitales completamente virtuales, que sólo existen en un momento y contexto dados, y para una necesidad específica, lo que provoca la ruptura de la unidad que han formado durante un largo tiempo el contenido informativo y el soporte documental.
Para Tramullas este cambio debe acompañarse de una transformación en la concepción de la actividad realizada en los centros de documentación: no se gestionan documentos sino información (que incluye a los documentos, pero también a otras expresiones informativas) en el contexto de una organización.
Siguiendo su línea argumental, en un entorno digital cambia el objeto de atención de los centros de documentación: de los documentos a la información. Y es que la tecnología actual hace posible la generación y publicación dinámica de entidades informativas digitales completamente virtuales, que sólo existen en un momento y contexto dados, y para una necesidad específica, lo que provoca la ruptura de la unidad que han formado durante un largo tiempo el contenido informativo y el soporte documental.
Para Tramullas este cambio debe acompañarse de una transformación en la concepción de la actividad realizada en los centros de documentación: no se gestionan documentos sino información (que incluye a los documentos, pero también a otras expresiones informativas) en el contexto de una organización.
Sobre este aspecto no estoy del todo de acuerdo. Podemos compartir esta visión si nos limitamos únicamente al valor informativo de la documentación, pero las organizaciones tanto públicas como privadas van a seguir necesitando gestionar documentos que sean auténticos, confiables, completos y sin alteración.
Pero los cambios más radicales vendrán obligados por los cambios producidos en los usuarios. Así Tramullas señala como el usuario de internet está acostumbrado a «apañarse» individualmente, o con apoyo en su propia red social, a recibir la información muy rápidamente, y a acceder a la misma gratuitamente. Ha sido capaz de desarrollar e integrar esquemas simples de organización y acceso a la información, como por ejemplo las categorías de los blogs o las nubes de etiquetas (tag clouds) del web 2.0 rápida e intuitivamente.
Es por ello que en este contexto de usuarios que se consideran autosuficientes, la actividad profesional de los documentalistas como intermediarios especializados entre los usuarios y la documentación debe cambiar, y en este sentido Tramullas se muestra categórico “el cambio de paradigma es necesario para sobrevivir, tanto como disciplina científica, como profesión”
Las opciones que en su opinión tienen en estos momentos los centros y los especialistas en información son:
1.- Integración
Las unidades de información y documentación se especializarán en sus nichos de actividad, planificando y desarrollando productos y servicios de información destinados a grupos particulares de usuarios, y especialmente orientados a la satisfacción de sus necesidades.
2. Desintegración
En otros contextos, los centros de información y documentación no podrán mantener su actividad como unidades diferenciadas, y se verán obligados a desintegrarse como tales, siendo sus funciones asumidas por otras unidades o servicios. Los profesionales pasarán a desarrollar su actividad en el marco de proyectos o servicios, y deberán aplicar sus competencias a problemas de gestión de información de diferentes tipos.
Una de las consecuencias de la desintegración será el aumento de profesionales que desarrollen su actividad de forma autónoma, como especialistas o consultores externos.
Es por ello que en este contexto de usuarios que se consideran autosuficientes, la actividad profesional de los documentalistas como intermediarios especializados entre los usuarios y la documentación debe cambiar, y en este sentido Tramullas se muestra categórico “el cambio de paradigma es necesario para sobrevivir, tanto como disciplina científica, como profesión”
Las opciones que en su opinión tienen en estos momentos los centros y los especialistas en información son:
1.- Integración
Las unidades de información y documentación se especializarán en sus nichos de actividad, planificando y desarrollando productos y servicios de información destinados a grupos particulares de usuarios, y especialmente orientados a la satisfacción de sus necesidades.
2. Desintegración
En otros contextos, los centros de información y documentación no podrán mantener su actividad como unidades diferenciadas, y se verán obligados a desintegrarse como tales, siendo sus funciones asumidas por otras unidades o servicios. Los profesionales pasarán a desarrollar su actividad en el marco de proyectos o servicios, y deberán aplicar sus competencias a problemas de gestión de información de diferentes tipos.
Una de las consecuencias de la desintegración será el aumento de profesionales que desarrollen su actividad de forma autónoma, como especialistas o consultores externos.
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