Ayer 8 de junio, se presentó en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Zaragoza el estudio “Tipos de jornada y productividad del trabajo” realizado por el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA) bajo la dirección de Antonio Montañés Bernal, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza.
El trabajo tiene como objetivo averiguar cuál es la influencia de los diversos tipos de jornada de trabajo sobre la productividad, tomando como referencia la economía aragonesa. Se quiere conocer si los cambios en el número de horas trabajadas, en el tipo de contrato o en el tipo del reparto de la jornada pueden tener algún efecto sobre el rendimiento final de la economía. Para ello, se realiza un análisis de la situación europea, española y aragonesa, que se combina, en el caso de Aragón, con un análisis empírico y con la propuesta de una serie de encuestas a un conjunto de empresas y trabajadores aragoneses, a fin de determinar cuál sería el tipo de jornada deseable y sus características fundamentales; también aparecen otras cuestiones de interés como qué tipo de horario prefieren los trabajadores o qué cantidad del salario estarían dispuestos a sacrificar para adecuar su jornada real a la “ideal”. El análisis cuantitativo se completa con una parte cualitativa que ha permitido conocer las opiniones de los agentes sociales.
En él se ponen de manifiesto, que adaptar la jornada laboral a las necesidades productivas mejoraría la productividad de la empresa, una variable esencial para salir de la presente crisis económica.
En la jornada de presentación Antonio Montañés, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico y director del estudio, señaló que todas las medidas que impliquen flexibilización tanto en las tareas de trabajadores, como de empresarios, conlleva “mejoras sustanciales del rendimiento en la economía aragonesa”. Sin embargo, ha reconocido que estas propuestas tienen que ir acompañadas de educación, uso de las TIC, creatividad e ingenio.
La presentación del estudio se completó con una mesa redonda, en la que, bajo el título ¿Los horarios de trabajo en España son adecuados?, intervinieron Ignacio Buqueras, Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, Antonio Hinojal, Director de Relaciones Laborales de Cepyme Aragón y consejero del Consejo Económico y Social de Aragón, Rosina Lanzuela, Secretaria de Mujer de CCOO Aragón y el Director General de Inspección y Servicios del Gobierno de Aragón, Antonio Brun.
En él se ponen de manifiesto, que adaptar la jornada laboral a las necesidades productivas mejoraría la productividad de la empresa, una variable esencial para salir de la presente crisis económica.
En la jornada de presentación Antonio Montañés, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico y director del estudio, señaló que todas las medidas que impliquen flexibilización tanto en las tareas de trabajadores, como de empresarios, conlleva “mejoras sustanciales del rendimiento en la economía aragonesa”. Sin embargo, ha reconocido que estas propuestas tienen que ir acompañadas de educación, uso de las TIC, creatividad e ingenio.
La presentación del estudio se completó con una mesa redonda, en la que, bajo el título ¿Los horarios de trabajo en España son adecuados?, intervinieron Ignacio Buqueras, Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, Antonio Hinojal, Director de Relaciones Laborales de Cepyme Aragón y consejero del Consejo Económico y Social de Aragón, Rosina Lanzuela, Secretaria de Mujer de CCOO Aragón y el Director General de Inspección y Servicios del Gobierno de Aragón, Antonio Brun.
El Presidente del Consejo Económico y Social de España, Marcos Peña, encargado de moderar la mesa redonda, indicó este estudio como “imprescindible” ya que el binomio producción y jornada significa “vivir mejor, que el bienestar crezca”. También indicó que el número de horas que se dedica a trabajar al año está relacionado con la conciliación familiar. “Si no aumenta la tasa femenina, no aumenta el empleo y no se financian las pensiones por lo que solo se puede aumentar la tasa de empleo ampliando la presencia de la mujer en el mundo laboral”, manifestó.
En su intervención, el Director de Relaciones Laborales de Cepyme Aragón Antonio Hinojal, puso de manifiesto que los niveles de productividad en España y Aragón, comparativamente hablando respecto de los países de nuestro entorno, es notorio que se encuentran muy por debajo de la media comunitaria. Siendo el número de horas media por semana, prácticamente el mismo, incluso ligeramente superior, nuestra productividad es notablemente inferior a dichos países.
Igualmente, destacó la relación directa que la duración de la jornada tiene sobre la productividad, y así, mientras en España la productividad ha caído a niveles muy preocupantes desde la segunda mitad de los 80 hasta nuestros días, en el resto de países, con una evolución similar en el tiempo de trabajo, los datos relativos a productividad han seguido manteniendo niveles más estables sin mostrar estas caídas como las de España.
Podremos estar de acuerdo, y en este estudio se evidencia, que el tiempo de jornada continuada es la que arroja unos mejores niveles de productividad, y además proporciona unos ratios más adecuados respecto al tiempo que se dedica a armonizar la vida personal, la familiar y la laboral.
Antonio Hinojal se planteó si es posible modificar este tipo de jornada -aunque sea progresivamente- haciendo alusión a la existencia de variables de considerable incidencia, unas intrínsecas a la propia empresa, como son su actividad y su tamaño. No es tan sencilla su implantación en una empresa de servicios como lo puede ser en una de producción, y por otro lado no es lo mismo si contemplamos una gran empresa, incluso multinacional, que una pyme de 6 ó 7 trabajadores.
Pero hay otros factores quizá más importantes que los apuntados como intrínsecos a las empresas, y que son los que requieren un cambio radical para obtener mayores logros, con carácter extrínseco, apuntando como tales la cultura, hábitos y mentalidad de horarios y por otra parte, los patrones sociales.
Concluyó demandando una concienciación colectiva, un acuerdo social en la misma dirección, porque si no estamos abocados a avanzar y retroceder constantemente, y lo que es peor, a seguir manteniendo las disfunciones existentes, que harán que nuestra productividad continúe perdiendo enteros y que “nuestra cotización en los mercados”, cada vez esté más devaluada y nuestra competitividad sea aún más cuestionada.
En su intervención, el Director de Relaciones Laborales de Cepyme Aragón Antonio Hinojal, puso de manifiesto que los niveles de productividad en España y Aragón, comparativamente hablando respecto de los países de nuestro entorno, es notorio que se encuentran muy por debajo de la media comunitaria. Siendo el número de horas media por semana, prácticamente el mismo, incluso ligeramente superior, nuestra productividad es notablemente inferior a dichos países.
Igualmente, destacó la relación directa que la duración de la jornada tiene sobre la productividad, y así, mientras en España la productividad ha caído a niveles muy preocupantes desde la segunda mitad de los 80 hasta nuestros días, en el resto de países, con una evolución similar en el tiempo de trabajo, los datos relativos a productividad han seguido manteniendo niveles más estables sin mostrar estas caídas como las de España.
Podremos estar de acuerdo, y en este estudio se evidencia, que el tiempo de jornada continuada es la que arroja unos mejores niveles de productividad, y además proporciona unos ratios más adecuados respecto al tiempo que se dedica a armonizar la vida personal, la familiar y la laboral.
Antonio Hinojal se planteó si es posible modificar este tipo de jornada -aunque sea progresivamente- haciendo alusión a la existencia de variables de considerable incidencia, unas intrínsecas a la propia empresa, como son su actividad y su tamaño. No es tan sencilla su implantación en una empresa de servicios como lo puede ser en una de producción, y por otro lado no es lo mismo si contemplamos una gran empresa, incluso multinacional, que una pyme de 6 ó 7 trabajadores.
Pero hay otros factores quizá más importantes que los apuntados como intrínsecos a las empresas, y que son los que requieren un cambio radical para obtener mayores logros, con carácter extrínseco, apuntando como tales la cultura, hábitos y mentalidad de horarios y por otra parte, los patrones sociales.
Concluyó demandando una concienciación colectiva, un acuerdo social en la misma dirección, porque si no estamos abocados a avanzar y retroceder constantemente, y lo que es peor, a seguir manteniendo las disfunciones existentes, que harán que nuestra productividad continúe perdiendo enteros y que “nuestra cotización en los mercados”, cada vez esté más devaluada y nuestra competitividad sea aún más cuestionada.
1 comentario:
Creo que el bienestar forma parte con lo laboral, porque uno no puede estar rindiendo al 100% sin estar relajado y que lo mata el estrés por eso a veces yo lo que hago es tomarme un poco de esta vez opte por reservarme unos hoteles en madrid y tratar de sacar todo el estrés afuera de mi cuerpo..
Saludos.
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