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jueves, 8 de noviembre de 2012

Entre el optimismo y el escepticismo: dos visiones complementarias sobre la realidad de la gestión documental


En los últimos días he leído dos visiones distintas, pero a su vez complementarias sobre la situación actual de la gestión documental en el ámbito de las administraciones públicas y que nos muestran por una parte las buenas perspectivas que el nuevo marco legal ofrece para el definitivo despegue de la gestión documental y por otro se nos advierte del riesgo real de que los nuevos proyectos que se acometan se centren exclusivamente en el componente tecnológico.


La primera visión nos la ofrece Joaquim Llansó Sanjuan, quién desde el blog  de la Asociación de Archiveros de Navarra presenta una imagen optimista del futuro más inmediato para los archiveros y la gestión documental en la administración pública.

Llansó marca como un hito importante la publicación el pasado mes de julio, en el Boletín Oficial del Estado, de la Norma Técnica de Interoperabilidad de Política de gestión de documentos electrónicos, así como de la publicación de la  Guía de aplicación de la Norma Técnica de Interoperabilidad de Política de gestión de documentos electrónico en el Portal de la Administración Electrónica.

Esta norma de obligatorio cumplimiento para todas las administraciones públicas implica la involucración y respaldo de la alta dirección por la política de gestión de documentos.

Las administraciones públicas deberán dotarse de un sistema de gestión documental en el que se garantice la autenticidad, fiabilidad, integridad y disponibilidad a largo plazo de sus documentos en un entorno en el que conviven electrónicos y en papel.

Este sistema deberá definir un programa de tratamiento archivístico, sobre el que se desarrollen los procesos de gestión de documentos a lo largo de todo su ciclo de vida: captura, registro, clasificación, descripción, evaluación, conservación, acceso y control de trazabilidad.

Este sistema se orientará también a documentar cada uno de esos procesos en un manual de normas y procedimientos archivísticos específicos para esa organización, a formar a las personas que tienen responsabilidades en la coordinación y ejecución de dichos procesos y a supervisar y auditar su conformidad con los objetivos institucionales y, si es menester, reorientarlos.

Más escéptico se muestra Julián Moyano Collado quién en el artículo Gestión documental ¿es un software la solución? publicado en su blog, analiza el pliego de condiciones del proceso de licitación que el Ministerio de Justicia está desarrollando para la implantación de un software de gestión documental, y en el que encuentra importantes carencias como que no aparezca la palabra “archivo”, ni se citen normas de calidad sobre gestión documental, ni se fije la coordinación con los profesionales encargados de la documentación…

Para Moyano un proyecto como éste necesita de la colaboración de todos los departamentos, áreas y trabajadores implicados en la institución, y requiere que los profesionales que mejor conocen la documentación coordinen las tareas y se impliquen en su puesta en marcha.

También señala como deseable que en el pliego se incluya el informe de una previa  auditoría de información y documentación que muestre todos los procesos y carencias de la institución en estas materias lo que permitiría al licitador conocer a qué se enfrenta y le servirá para dar un correcto servicio.

Moyano concluye que sin la previa auditoria y sin la involucración del archivo en la implantación del software,  la instalación del programa es muy probable que sea un éxito, pero la gestión documental eficiente quedará diluida por las innumerables funciones de este software, por la eterna formación del personal y por las constantes versiones y cambios que se anunciarán como hitos de la innovación administrativa. El problema que se quería solucionar no se habrá resuelto.

2 comentarios:

Julián Moyano dijo...

Hola Miguel Ángel! No soy escéptico, solo pienso que si la gestión documental se confunde con la instalación de una herramienta, obviadno puntos básicos (o que nosotros consideramos básicos), es muy probable que el problema no se resuelva, más bien se acreciente. Saludos y hasta pronto

Miguel Ángel del Prado Martínez. Documentación CEPYME Aragón dijo...

Hola Julián, sé muy bien que eres un convencido de la gestión documental y de la función que nos corresponde a los profesionales del “gremio”, como se evidencia tanto en tu blog http://www.documentalqueridowatson.es/ como en todas tus aportaciones en los distintos eventos en los que participas, y como no puede ser de otra manera dejas traslucir dudas razonables sobre la eficacia de los proyectos que confunden la gestión documental con la instalación de una herramienta. Nos seguimos leyendo.